Cuando se trata de la crianza de los hijos se vive este dilema. El tema de las jornadas laborales, el tiempo que se vive en el tráfico, las labores propias del hogar, etc., etc. Son múltiples las actividades que como adultos tenemos que realizar y atender y en ese mundo se encuentra nuestro deber como padres y el tiempo que debemos compartir con nuestros hijos. Y nuestros hijos tienen una serie de actividades que indiscutiblemente nos involucran. Lamentablemente, ese tiempo cada vez es menor, lo cual se ha convertido en un problema, pues nuestros hijos están siendo criados o bien por los abuelos, cuándo se tiene la suerte de tenerlos cerca y qué tenga el tiempo y las condiciones de salud para hacerlo; por otros familiares o por “nanas”.
La presencia de los padres y su participación activa en el proceso de desarrollo y crecimiento de los hijos es crucial, pues es lo que permite formar seres humanos sanos tanto física como emocionalmente.
¿Qué dice la ciencia sobre esto?
“Investigaciones realizadas durante muchos años han conseguido demostrar que los niños que no reciben de sus padres el suficiente tiempo, son mucho más propensos a ser agresivos, a tener sentimientos de soledad, inseguridad, aburrimiento, carencia afectiva, un bajo rendimiento escolar e incluso una gran dificultad para recibir y dar cariño. Por otra parte, aquellos niños que reciben el acompañamiento y guía correcta por parte de sus padres, tienen una confianza mayor, un nivel de autoestima alto, una mejor interacción social, seguridad, facilidad para afianzar los vínculos afectivos, asimilan más fácil y rápidamente las normas, los valores y los principios para la vida”.
¿Qué es cantidad y qué es calidad en relación al tiempo que compartimos con nuestros hijos?
No puede haber calidad si no hay tiempo con los hijos. La calidad es algo que se consigue con el tiempo, no es posible dar calidad sin tiempo, cada hijo es completamente diferente al otro y no es posible saber lo que necesita si no se dedica la suficiente cantidad de tiempo. La calidad no es algo genérico, la calidad depende de lo que cada niño necesite, así que para describirla es necesario dedicarle una buena cantidad de tiempo.
Tiempo de calidad es aquel tiempo que pasamos con nuestros hijos con conexión afectiva y presencia plena, sin distracciones, interrupciones ni pantallas, prestándoles el 100% de nuestra atenciónpara jugar, hablar, conocernos, compartir, generar confianza y crear vínculos fuertes que los acompañarán toda la vida.
Podríamos definir el tiempo de calidad en familia como aquel que sentimos como especial, importante, en el que se generan buenos recuerdos y vínculos; momentos donde fluyen la comunicación, las risas y la atención del uno/a al otro/a.
Losbeneficios del tiempo de calidadson tanto a nivel afectivo como social, nos ayudan aunir lazos familiaresyaumentan nuestraautoestima. Sin embargo, esto no significa que tenga que ir en detrimento deltiempo en cantidad. No es cierto lo que nos han querido transmitir: que el tiempo de calidad es el único importante. Ambos lo son.
Eltiempo de calidadno tiene por qué ser una actividad concreta, puede ser desde hacer un rompecabezas juntos, a ir juntos al supermercado, durante el momento del baño en la ducha o el libro de cuento que les lees antes de dormir. Lo importante es estar presentes plenamente solo para ellos.
Beneficios del tiempo de calidad
Losbeneficios del tiempo de calidadson:
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Estrecha los lazos familiares.
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Ayudan amejorar la comunicación con los hijos
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Refuerza laautoestima.
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Incrementa elsentido de pertenencia de los más pequeños.
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Fomenta elaprendizaje de los niños y niñas.
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Reduce el estrés del día a día, sobre todo en los adultos.
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Aporta tranquilidad, sensación de control, acompañamiento y apoyo para los niños.
¿Y el tiempo en cantidad?
El tiempo en cantidad se refiere a compartir con nuestros hijos el tiempo del que podamos disponer, sin escatimar. Es un hecho que en la sociedad actual nuestros hijos necesitan pasar más tiempo en familia. No debemos quedarnos con la premisa de que un poco de tiempo compartido con nuestros hijos es suficiente si este es de calidad, porque también hay muchas otras actividades del día a día en la que nuestros hijos nos necesitan,aunque no sea necesariamente tiempo de calidad.
En resumen, podríamos decir que lo importante es demostrar a nuestros hijos que estamos presentes, que, aunque estemos en teletrabajo, cocinando o con el celular, siempre pueden contar con nosotros si lo necesitan. Que habrá momentos en los que podamos disfrutar de un tiempo de calidad y otros en los quenecesitemos atender otras actividades, pero que siempre tendremos presencia para ellos para escucharlos.
Consejos para mejorar la cantidad y calidad del tiempo que compartimos son nuestros hijos
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Incluye a tus hijos en las tareas del hogar,aunque sean pequeños, en tareas tales como: ordenar, recoger, limpiar, ayudar a cocinar, poner la mesa, etc. Busca la manera que lo que hagan se torne como en una especie de juego para que se diviertan en la realización de las asignaciones y lo más importante se aprovecha y se pasa tiempo con ellos.
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Si tienes que realizar un trabajo en casa, siempre puedes esperar a que tus hijos más pequeños se acuesten. Juega con ellos, estarán tan cansados que pedirán irse a la cama y entonces podrás realizar la tarea.
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Si hace buen tiempo sería mejor jugar al aire libre. Muchas son las ventajas: tanto los niños como tú harán más ejercicio, con el cansancio tendrán más apetito, no ensuciarán ni desordenarán la casa y tras tanta actividad física dormirán placenteramente, la actividad física en muchas ocasiones ayuda a conciliar mejor el sueño y evitará que se despierten durante la noche.
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La cena es un buen momento para compartir con tus hijos, evita la televisión en la medida que sea posible, es mejor ocupar el espacio de la cena en repasar lo ocurrido a lo largo del día, historias, risas, escuchar a tus hijos, conseguirás que comer no sea un suplicio para ellos.
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Escúchalos, sobre todo ten tiempo para que te cuenten sus historias, anécdotas diarias, aprende a escuchar con cariño ellos se sentirán profundamente queridos si ven una sonrisa en nuestra boca mientras ellos nos inundan con sus historias cotidianas. Evita juzgar, escucha y luego busca cómo atender las situaciones que están viviendo.
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Cuando están en el colegio, revisa sus trabajos, verifica si están claros en lo que están aprendiendo, si necesitan algún material para las clases, lleva registro de sus calificaciones, esto te permitirá saber cómo les va y desarrollar en ellos la confianza de decirte si algo no está bien. Comunícate con sus maestros y visita la escuela, participa en las actividades que se programen y apóyalos y motívalos a que participen.
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Aprovecha el fin de semana, en que hay más tiempo, para hacer actividades en familia, ir de paseo, al cine o simplemente una comida en familia e involucra a todos desde que la planean hasta que la concretan. Los viajes en auto son espacios en los que puedes conversar con tus hijos, hacer juegos que harán que a todos se les olvide el tiempo que toma movilizarse de un lugar a otro y lo más importante disfruten de compartir esa actividad juntos.
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Una de nuestras grandes preocupaciones es no tener suficiente tiempo como pareja, descuidar nuestra vida en común, sin embargo, se debe recordar que cuando se asume el reto de tener hijos la vida cambia, siempre encontraremos tiempo para nuestra pareja cuando la tranquilidad y la felicidad inunda nuestra casa.
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Por último, organiza tu tiempo, nuestros hijos necesitan de nosotros durante su crecimiento y desarrollo. «El mejor regalo para un hijo es un tiempo de calidad con ellos cada día». Recuerda que somos el espejo donde se miran nuestros niños.
¿Tu qué opinas? ¿Crees que pasas suficiente tiempo con tus hijos?
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Imagen de senivpetro vía Freepik.es bajo licencia creative commons.
Fuentes Educapequeshttps://www.educapeques.com/
- https://www.criarconsentidocomun.com/tiempo-de-calidad-o-tiempo-en-cantidad/